BLIND GUARDIAN – The God Machine 🇩🇪 (Album Review)

  • 🎸 Speed/Power Metal
  • 💿 Nuclear Blast Records
  • 🌎 Alemania
  • 📆 2 de Septiembre, 2022

«The God Machine» tracklist:

  1. Deliver Us From Evil (5:21)
  2. Damnation (5:20)
  3. Secrets Of The American Gods (7:28)
  4. Violent Shadows (4:17)
  5. Life Beyond The Spheres (6:02)
  6. Architects Of Doom (6:20)
  7. Let It Be No More (4:48)
  8. Blood Of The Elves (4:37)
  9. Destiny (6:46)

Por Michael Prado

LA MARAVILLA QUE SON LAS EMOCIONES QUE ESTE ARTE GENERA

El ser humano es un ente que se rige por emociones y sentimientos, creo que eso es algo que a todos nos ha quedado más que claro.  En su psique mucho interviene para ambos parámetros las vivencias del pasado. Y así como hay situaciones que desencadenan traumas negativos debido a experiencias del ayer que pudieran haber dejado una cicatriz dolorosa, también las hay que nos atraen como un imán, debido al derroche de serotoninas y dopaminas que nuestro ser, de manera involuntaria, nos produce al sentirlas con cualquiera de nuestros 5 receptáculos que tenemos para percibir lo que está a nuestro alrededor.

El sentido del oído es uno que tiene gran valía para generar esas sensaciones a través de las ondas sonoras que es capaz de percibir, siendo llevada esa información a nuestro cerebro para que dicho proceso ocurra, y por eso es que existe la música, que es capaz de elevarnos el ánimo, hacernos sentir apesadumbrados, llevarnos en un cerrar los ojos y dejarnos llevar por lo que está dibujado en sus pentagramas a sitios de fantasía, aventuras sin fin…  Y el Metal ha sido catalizador perfecto casi desde su concepción para elaborar obras musicales que provoquen tales sentires en los escuchas (siempre y cuando sean fans, que de no ser así, posiblemente lo que provoquen es que le echen la patrulla a quien tiene el radio a todo volumen, jejejeje).

En mi caso particular, creo que no hay agrupación musical que llene de felicidad y apasionamiento por el arte que se le compare a lo que un maravilloso cuarteto radicado en la pequeña ciudad de Krefeld, en el oeste de Alemania, cercana a la frontera con Países Bajos y teniendo al este el flujo del evocador río Rhin, es capaz de provocar en mi ser con sus composiciones.  Un grupo que desde 1985 hacen música que calza perfectamente con lo que yo deseo para tener un equilibrio perfecto entre melodía, garra, potencia, velocidad, y el canto de una voz mágica, poderosa y envolvente.

Todo eso para mí (y quizás más que no voy a poner porque se me iría media reseña en halagos) ha sido, es, y por lo visto seguirá siéndolo Blind Guardian, la connotada agrupación de Power Metal encabezada por el cantante y letrista Hans-Jürgen “Hansi” Kürsch y el guitarrista y compositor André Olbrich, acompañados por sus siempre formidables compañeros de batalla, el guitarrista rítmico Marcus “Magnus” Siepen y el baterista, flautista y gaitero Frederik “Fred” Ehmke.

Frederik Ehmke (batería), Marcus Siepen (guitarra rítmica), Hansi Kürsch (voz) y André Olbrich (guitarra solista)

DOS ERAS EN CONFLICTO

A pesar de que cada lanzamiento ha tenido un derroche de talento y genial performance por cada uno de estos grandiosos músicos (y el bajista que los acompañe en dicha producción, sumando también los coristas y artistas invitados), respecto a los Bardos del Metal (como se le conoce popularmente a Blind Guardian) ha existido una curiosa dicotomía que ha sido persistente a lo largo de los años.

Dicha división entre los fans podría decirse que sucedió cuando fue lanzado a la venta el monumental álbum “A Night At The Opera” en el 2002.  Si bien Blind Guardian ya daba trazas de abandonar sus derroteros más afines al Speed Metal y la crudeza del sonido más enfocado en las guitarras que tuvieron a lo largo de sus 5 primeros álbumes al salir el laureadísimo “Nightfall In Middle-Earth” (1998), el séptimo LP de los bardos fue el que desató las mayores polémicas entre un público que argüía el hecho de que ya nada era igual en el sonido de la agrupación, siendo esta placa fruto de un trabajo sumamente arduo que la llevó a tener un sonido como jamás se había visto en otro disco musical (y creo que no se volverá a ver jamás, dado lo demandante que es crear algo así), con esos coros de guitarras, el enfoque más hacia una senda progresiva (y ojo, que los germanos aún así no abandonaban la velocidad, y canciones como “Battlefield” y la brutal “Punishment Divine” lo prueban).

Así las cosas, el público de Blind Guardian se dividió entre los que amaban más la era Speed Metal y los que preferían la senda más melódica y progresiva (a la que se le sumaron muchos elementos orquestales en varias de sus canciones más icónicas de sus últimos lanzamientos) que habían tomado.  Pocos fuimos los que logramos convivir con ambas etapas y seguir amando el arte de este cuarteto sin importar el álbum que fuera (incluido el tan injustamente vilipendiado “A Twist In The Myth” (2006)).

UN REGRESO TRIUNFAL A LAS RAÍCES

Así se nos fueron 2 décadas donde cada vez se veía más remota la posibilidad de que volvieran a esa velocidad trepidante en sus producciones (en especial al ver que las canciones más rápidas del disco “Beyond The Red Mirror” (2015), las geniales “Holy Grail” y “Sacred Mind”, no lograron convencer a ese sector del público que añoraba esa vuelta al sonido del pasado), y que hasta vieron la llegada del tan prometido álbum orquestal que habían ideado originalmente como soundtrack para el film “El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo” (que por razones de tiempo no pudo llegar a materializarse para dicha producción cinematográfica, quedando así en manos de Enya dicho privilegio) y terminó musicalizando una idea original del escritor alemán Markus Heitz en el disco de Blind Guardian Twilight Orchestra, “Legacy Of The Dark Lands” (2019).

No obstante, la vida da muchos giros, y como dije en su momento al terminar la pequeña y reflexiva reseña que escribí para el sencillo que lanzaron a finales del año pasado, “Deliver Us From Evil” (2021), “Nunca subestimes el potencial de un gran grupo de músicos, por más que te parezca que anden perdidos en su creatividad”.  De hecho, he visto mucho eso de que para mucha gente si un grupo de Power Metal ya no es tan veloz entonces “perdieron la creatividad”.  ¿No sería más bien al contrario, que están intentando hacer algo nuevo para ellos, explorando nuevos horizontes?  Eso fue lo que intentaron durante 20 años, que la gente valorara más el arte no por un simple elemento, sino por un todo.

Aún así, y para que vean que ellos no se olvidan de sus inicios (lástima que en concierto sí se olvidan de muchas de esas canciones de sus primeros discos y nos tienen a punta de puro “Fly” que ya cansa, jejejeje), y tampoco de esos que los acompañan desde dicha época, es que han llegado para este 2022 con una propuesta bajo el brazo que estoy seguro no debería tener mayor número de detractores, salvo por nimiedades que podrían surgir en las mentes más melindrosas y quisquillosas de ciertos metaleros que pululan en cierta página web en inglés que no quiero mencionar.

Tras la salida de “Legacy Of The Dark Lands” (y yo diría que inclusive antes de ello, si la memoria no me falla), Hansi y André han dicho en entrevistas que preparaban un nuevo álbum donde Blind Guardian dejaría de lado las orquestaciones que tantos buenos frutos le dieron en canciones como “Sacred Worlds”, “Wheel of Time”, “The Throne”, entre otras, para retomar una senda más directa, pura, concisa y trallera, además de sumarle a dicha fórmula, influencias más progresivas entre las que citaron nombres como Rush, Electric Light Orchestra, lo cual sin dudas prendió la mecha del hype para muchos de sus fans más nostálgicos, aunque también traía ciertas dudas al plato de ese legado de tan tremendas bandas, y cómo se vería reflejado en el resultado final de este decimoprimer lanzamiento discográfico de esta banda teutona, intitulado «THE GOD MACHINE».

La unión artística entre las melodías creadas por André y las letras que Hansi crea, inspirado en sus múltiples horas de lectura, han derivado en varios de los mejores productos musicales que nos ha deparado el Power Metal teutón.

UN PRODUCTOR QUE HA SIDO SEVERAMENTE CRITICADO, PERO QUE HA TRIUNFADO EN ESTA OPORTUNIDAD

Si hay un factor común que ha sido despeñadero de críticas hacia sí con cada nuevo disco de Blind Guardian, pues ése ha sido el hombre que ha sido el encargado de producir los discos de los bardos desde el 2002: el señor Charlie Bauerfeind.

Traigo a memoria que la banda eligió al señor Bauerfeind tras haber trabajado con el connotadísimo Flemming Rasmussen en sus más importantes discos (“Imaginations From The Other Side” (1995) y “Nightfall In Middle-Earth” (1998)) debido a que se acomoda más a lo que ellos buscan, lo cual se reduce simplemente a que ellos le dan el rumbo a tomar y él sigue al pie de la letra las instrucciones de los capitanes del barco (en este caso Hansi y André).

Aunque, ¡mamita mía!, uno no sabe en qué pensaban tanto Hansi como André cuando dictaron la senda del sonido para “A Twist In The Myth” (2006) (un disco que, aquí entre nos, siempre he pensado que le hace buena falta una remezcla, y la aparición de “This Will Never End” en el recopilatorio “Memories Of A Time To Come” (2013), donde le dieron un muy pertinente lavado de cara a dicha canción, me da totalmente la razón) o “At The Edge Of Time” (2010) (que fue blanco de quejas por tener una batería que sonaba más “genérica” y menos «orgánica», hecho que también sería cuestionado en “Beyond The Red Mirror” (2015)).

Por dicha parece que el rumbo ha sido corregido, y Charlie, que cuenta nuevamente en esta oportunidad con un gran escudero para la labor de ingeniería como lo es el señor Tommy Geiger (quien ha colaborado con él desde el 2014 para Blind Guardian), mientras que la mezcla fue hecha por Joost van den Broek y Jos Driessen, y la masterización por Jaakko Viitalähde (así liberan al pobre Charlie, que tuvo que lidiar él solo con la grabación, producción, mezcla, ingeniería y masterización en el álbum de hace 7 años), dan como fruto un disco que consigue un sonido moderno pero de gran calidad, que por lo visto ha dejado muy satisfecho al público en general.  Quizás (y nuevamente con esta gran banda) lo único que podría quejarse uno y lo justificaría su servidor, es que el bajo está sepultado entre el resto de instrumentos, y hay que tener oído experto para desenterrarlo.

Con el respaldo que les ha supuesto su actual bajista Johan van Stratum y su gran compañero de varias décadas en los teclados, el señor Michael «Mi» Schüren, Blind Guardian siempre llevará el peso de un gran directo por donde sea que vayan, gracias a su gran biblioteca musical.

NO SON CANCIONES, SON HISTORIAS EN FORMA DE MÚSICA

Prácticamente toda la carrera de Blind Guardian ha estado enfocada en convertir historias de libros, o inclusive ciertos hechos de la vida real, en canciones que han calado de manera muy profunda y contundente en la psique y el corazón de su ferviente fanaticada, y no es para menos, siendo Hansi un ávido lector, lo cual, aunado a ser el principal letrista del grupo, nos da como fruto líricas que nos remontan a las páginas de esas obras literarias y nos hace casi que meternos en la piel de sus protagonistas mientras fluye la música con todo su poder.  Por fortuna, dicha costumbre tan buena sigue persistente en éste “The God Machine”.

Tenemos como poderosísimo abrebocas en este álbum la magnífica y demencial “Deliver Us From Evil”, que sería también el primer single de estudio dado a conocer por los bardos a finales del año pasado (aunque no la primera canción que fue revelada del álbum en sí, siendo éste el caso de “Violent Shadows”, la cual salió del secretismo bardo en la gran presentación de Blind Guardian durante el evento online Wacken World Wide 2020).  Desde la tremenda “This Will Never End” que no habíamos tenido una pieza de este genial cuarteto de Krefeld donde nos arrollaran con una velocidad trepidante y sin refreno alguno, demostrando a qué vienen en este disco.  Esta obra musical está inspirada en la dramatización “Las Brujas de Salem” o “El Crisol” (“The Crucible” en su versión original) del escritor y guionista estadounidense Arthur Miller.

Como buen lector, Hansi es alguien que tiene gran devoción por las historias que requieren de más de un libro para narrar toda su historia, y en esta oportunidad para “Damnation”, la inspiración lírica proviene de una obra que según su autor podría tener más libros a futuro, la cual es la (al día de hoy) trilogía “Crónica del Asesino de Reyes” de Patrick James Rothfuss.  De la pieza debemos decir que tiene un inicio bien épico, tras el cual la banda despliega de nuevo sus derroteros más tralleros y cargados de esa velocidad que parecía tuvieron contenida durante 2 décadas y han decidido finalmente sacar a flote.  Aunque esta pieza es mas variada en su ritmo, no deja de tener su despliegue de rapidez para momentos muy puntuales.  Y por favor, POR FAVOR, ALABEN LA GRANDEZA DE ANDRÉ OLBRICH EN LO QUE CONSIDERO YO EL MEJOR SOLO DE GUITARRA DE ESTA PRODUCCIÓN.  Podríamos decir que esta pieza es la que más rescata el espíritu de “Imaginations From The Other Side” (1995).

Hay algo que con el paso del tiempo teniendo este buen hábito de escuchar música he visto que es una gran verdad, y es que hay canciones que con el paso del tiempo se terminan volviendo en tus favoritas definitivas.  Y siento que en eso depende mucho algunas circunstancias puntuales, y al referirnos a “Secrets Of The American Gods” (que se dio a conocer como segundo sencillo extraído del disco en marzo de este año), confieso que no me decía mucho al inicio, pero al conocer su versión completa gracias al lanzamiento del tercer sencillo “Blood Of The Elves” por la vía del streaming, los añadidos orquestales del inicio y el final de la canción la enriquecieron muchísimo para mi gusto personal, y al escucharla como parte íntegra del álbum, debo reconocer que, sin ser la más veloz del redondo (siendo más bien una que tira al estilo de obras como la canción “Imaginations From The Other Side” o “The Throne”), esta pieza que toma inspiración de “American Gods”, novela del norteamericano Neil Gaiman, se ha convertido en mi definitiva favorita del álbum.  Esa es la grandeza de no centrarse solamente en un elemento para disfrutar de la música (lección que aprendí gracias al maestro Alberto Rionda y el curso que le dio a Avalanch tras la partida de Víctor García y Alberto Ardines en el 2003), que aprendes a valorar el arte como lo que es, sin dejarte llevar por el sesgo que te pudiera producir la ausencia de uno o dos elementos puntuales que consideras son imprescindibles en el quehacer de un grupo.

Los que vimos en su momento a Blind Guardian el 31 de julio del 2020 en su gran presentación del Wacken World Wide 2020, fuimos privilegiados de presenciar el debut de la primera canción revelada por Hansi y compañía del álbum que hoy nos concierne (a mí me tocó vivir dicho momento con mis amigazos de Blind Guardian Argentina, a los que les mando un saludo y un gran abrazo, con la fe de estar pronto allá compartiendo con todos, en especial con una persona muy especial para mí).  Dicha premiada fue la fenomenal y bombástica “Violent Shadows”, la cual de inmediato subió las apuestas de los fans por este disco (mismas que crecerían con cada sencillo que llegaría a revelarse en los siguientes meses).  El Speed Metal toma absoluto protagonismo en un número que nos trae a la memoria en su intención rítmica a la grandiosa “Ride Into Obsession” del magno “At The Edge Of Time” (2010), mientras que en sus letras tenemos un relato sobre Kaladin Stormblessed, personaje de la serie de novelas “El Archivo de las Tormentas” (“The Stormlight Archive”) de Brandon Sanderson (vaya que en USA se han puesto muy duchos a escribir obras muy inspiradoras en las últimas décadas).

No es raro para Blind Guardian usar para piezas de sus álbumes nombres de discos del pasado (ya ocurrió con “At The Edge Of Time”, nombre del disco del 2010 y que usaron para mi pieza favorita del “Beyond The Red Mirror” (2015)).  Pues la quinta pieza del redondo, “Life Beyond The Spheres” (con letra basada en la teoría del Big Bang y el origen del universo desde el punto de vista más científico), toma su nombre del último álbum triple en directo de los germanos (lanzado en 2017).  En esta oportunidad llegamos a terrenos más midtempo pero con una intención épica como solamente Hansi, André, Marcus y Fred son capaces de construir.  Su ritmo y entonación musical (Do Sostenido Menor) me hacen recordar los buenos ratos que tuve con “Sacred Mind” (aunque no tiene los cambios de ritmo tan vertiginosos de esa tremenda pieza de hace 7 años).  Ojo a la labor de coros a lo largo de la canción, es algo de otro mundo.  Y sí, esta canción podría decirse que es la que más bebe de esa influencia progresiva de los 70 y 80 que Hansi mencionaba hace años (si hasta algunos riffs me hicieron recordar a la legendaria “Kashmir” de Led Zeppelin, agrupación a la que Hansi ya le hizo tributo en el pasado con el cover de “Immigrant Song” dentro del segundo disco de Demons & Wizards, “Touched By The Crimson King” (2005)).  Nuevamente el solo de guitarra es otro tremendo highlight, donde la banda suelta de nuevo riendas y deja que la bestia veloz se desate.

Si había alguien que temía el bajón de velocidad por parte de la banda tras esta última pieza, ¡NO TEMÁIS!, puesto que “Architects Of Doom” (con todo y que su inicio no va con el despliegue de aceleración más frontal) retoma esa senda, brindándonos quizás la pieza más potente en cuanto a instrumentalización y el canto furibundo de Hansi, que muestra sus tonos más desencadenados y enérgicos (vamos a ver si acá quienes en cierta web critican que “la voz de Hansi ya no tiene tanta vida” siguen con ese argumento tan falaz).  Para esta oportunidad la letra vuelve a tomar tintes más de ciencia ficción, siendo la inspiración la legendaria franquicia “Battlestar Galactica”.  ¿Será eso indicio que algún día Hansi cantará sobre Star Wars?  Nuevamente el solo se lleva las palmas, en uno que nos recordará al que tuvo “Imaginations From The Other Side”.  Estructura musical de André Olbrich en su más puro esplendor.

Los bardos siempre nos traen baladas conmovedoras y hermosas, aunque para este álbum han decidido recargar dicho momento también de cierto caudal de energía, donde no faltarán las guitarras eléctricas y el aporte de la batería para enriquecer la intención planeada para “Let It Be No More”, que Hansi la escribió dedicada a su señora madre (que en paz descanse), tomando también inspiración de la obra de Tom Perrotta, “Los Sobrantes” (“The Leftovers”).  Quizás sea el momento del disco que -al momento que escribo esta reseña- no me llegue tanto como el resto del álbum, pero aún así sabe llegarme al corazón, sobre todo con ese emotivo solo de guitarra que nos regala André Olbrich, quizás uno de los guitarristas más subvalorados de la historia.

Tras dejar atrás la melancolía de tan hermosa balada, toca el momento de ponerse los cinturones si queremos salir vivos de la auténtica vorágine bestial y desencajada que se dio a conocer como tercer sencillo de esta placa un 27 de mayo del 2022, bajo el nombre de “Blood Of The Elves”.  Y bueno, ya sabemos que cuando cruzamos a Blind Guardian con los elfos, algo asombroso debe ocurrir, siendo caso afirmativo (Y EN QUÉ FORMA) para este caso.  Esta pieza de manera innegable trae a la palestra todos y cada uno de los elementos que caracterizaron a Blind Guardian en sus primeros años de andanza musical, especialmente lo visto en sus formidables e inolvidables “Somewhere Far Beyond” (1992) y su magnum opus del 1995.  Si bien ya me había acostumbrado a la fórmula más melódica y progresiva de los bardos para hacer música, vaya que fue un gran remezón de alegría el volver a tener un headbanging intenso y sin parar a lo largo de los más de 4 minutos y medio que esta pieza, donde nos narran una letra inspirada en el primer libro de la reconocidísima serie “The Witcher”, intitulado “La Sangre de los Elfos” (“Krew Elfow” en el polaco natal de su escritor, Andrzej Sapkowski), nos ofrece para terminar de rematarnos en un disco que definitivamente me ha dado más razones para seguir amando a estos señores que no se cansan de crear música que permanecerá en mi corazón para siempre.

Siempre lo he dicho, y el momento más triste de un disco resulta ser el saber que debe terminar, y por dicha los cierres con Blind Guardian resultan siendo más que gratificantes (sino que lo digan por ejemplo en el 2002, cuando la GLORIOSA “And Then There Was Silence” cerró de forma impecable “A Night At The Opera”).  En esta oportunidad le toca a una obra inspirada en “La Dama de Hielo”, escrita por el gran Hans Christian Andersen, dar la conclusión a esta undécima obra de larga duración de los de Krefeld“Destiny” es una hermosa midtempo que no desperdicia en lo absoluto las facultades musicales de los artistas involucrados (con solamente decir que Fred no parará con su doble bombo por buen tracto de la canción, sin tener que meter pedal a fondo).  Una atmósfera épica y friolenta es la que compone este hermoso número, que siento en mi caso particular que todavía le falta crecer un tanto más para equipararse en mi gusto personal al resto de esta obra discográfica, pero va por buen camino.

UNA PORTADA BLANCO DE CRÍTICAS Y ELOGIOS, INSPIRADA EN UNA FENOMENAL HISTORIA

Una cosa que agradecemos a los Bardos del Metal quienes somos sus fans, es que hayan dejado atrás el trabajar con el colombiano Felipe Machado Franco para sus artes de tapa (y no es porque sea un mal artista gráfico ni mucho menos, sino porque su estilo ya empachaba, abusando mucho de la técnica de mezclar azules y amarillos, siendo muy similares muchas de sus portadas para diversos grupos).  Claro, el cuadro ideal siempre será que vuelvan a trabajar con el hombre que hizo sus mejores portadas, que fue el gran Andreas Marschall, pero mientras eso pasa (¡te lo pedimos, Hansi!), actualmente y como última carta de presentación que nos dan para su más reciente disco, tenemos la labor de un insigne Peter Mohrbacher.

Este joven artista estadounidense ha hecho también portadas para agrupaciones como Morton, Red Cain, Serenity in Murder y Fallujah.  Para este álbum, fue seleccionada una que nos muestra una obra hecha en un juego de tonos rojos y rojizos, donde sobresale la imagen de un ser sobrenatural que tiene toda la pinta de los EVA de producción en masa que aparecieron en la película “The End Of Evangelion” (1997).  La justificación es que para ese entonces que fue creada esta obra de arte, Peter estaba muy inmerso en la franquicia creada por el japonés Hideaki Anno.  Ahora mi duda es, ¿los bardos conocerán Evangelion?  ¿Hansi hará alguna vez cover de «Cruel Angel Thesis» o de «Fly Me To The Moon» (opening y ending de dicho anime)? (nah, ni que fuera PelleK, ¡jejeje! -nada personal contra nuestro gran noruego-)

¿No te gustó la portada original del disco? También está la alternativa de la Mailbox Limited Edition, que a mi gusto está MUCHO MEJOR.

HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LAS ESFERAS

A estas alturas del juego, y con casi 4 décadas de experiencia musical, uno pensaría que ya es poco lo que podría recriminársele a esta banda, máxime cuando han puesto su empeño en hacer un disco donde retornan al sonido que los dio a conocer.  Y no creo que lo hagan con la mira puesta en acallar voces críticas ni mucho menos, faltaría más que tuvieran que rebajarse a ello, cuando se han creado una identidad propia en la cual, sin importar el disco, siempre sabremos que son ellos.

Los días van pasando en el calendario, y sé que hay gente que no puede esperar más para poner en sus parlantes, audífonos, dispositivos de audio, o lo que tengan a mano para reproducir música, la placa musical número 11 de estos creativos tan maravillosos.  Algo les puedo dar por sentado, y es que quienes querían velocidad van a ser MÁS QUE ARROLLADOS.  Y la banda no deja archivados del todo los tintes sinfónicos (que sí, son más escasos, pero ahí siguen dispersos).   En fin, celebremos este 2 de septiembre el regreso de una de las bandas más queridas en esto del Power Metal (y mi favorita de toda la música en general).


BLIND GUARDIAN - The God Machine

Si hablamos de regresos triunfales, tras 6 años después de su último disco, los bardos de Krefeld vuelven a la línea de ataque con un disco que arrollará con su potencia y velocidad tanto a propios como ajenos. Veremos si ya con esto un sector de sus fans que no ha parado de lloriquear desde hace 20 años por fin es recompensado. LET'S SING THE BARD SONG!
9.6

Producción

9.0/10

Composición

9.5/10

Replay Value

10.0/10

Valoración Personal

9.8/10

Pros

  • La velocidad y las guitarras retoman el protagonismo en Blind Guardian
  • La voz de Hansi impecable y en su mejor momento desde su disco del 2002
  • El sonido del disco dichosamente no tiene mayores quejas...

Cons

  • ...salvo que el bajo no puede distinguirse con facilidad, pero esto es algo habitual del Power Metal

Michael Prado

De Costa Rica para el mundo. Fan de la música DE VERDAD, hecha con sentimiento y verdadero amor al arte, sin importar el género, aunque debo admitir que doy amplia preferencia a lo que ha sido creado en Metal, Rock, música Celta, Clásica, soundtracks de Videojuegos, Electrónica y demás. Un abrazo y bendiciones para tod@s.