AD INFINITUM – Chapter III – Downfall (Album Review)
- 🎸 Alternative Symphonic Rock/Metal
- 💿 Napalm Records
- 🌎 Internacional
- 📆 31 de Marzo, 2023
Por Michael Prado
Es cierto que en la vida nada es inmutable, y menos el cómo el ser humano percibe el mundo y su forma de interactuar con él, manifestar sus sentires y demás. En el arte es algo muy usual que quienes trabajan en el mismo, con el pasar de los años, tomen sendas que vayan aparte del rumbo en el que originalmente nació su andanza bajo dicho oficio. Esa senda bien podría ser muy loada, o por el contrario, verse siendo muy criticada por quienes los conocieron originalmente a dichos artistas.
En el caso de Ad Infinitum, agrupación alemana/danesa que inició dándonos una muy buena muestra de Symphonic Metal allá en el 2020 con su primer álbum “Chapter I – Monarchy”, hemos visto una mutación en su esquema compositivo que los ha ido llevando poco a poco por derroteros más acordes a lo que quienes seguimos estas obras audibles llamadas “música” se sienten más “mainstream”, por decirlo de alguna manera, abarcando elementos más modernosos y que, sin lugar a dudas, atraerán posiblemente a más gente a su propuesta, aunque eso les cueste el apartarse del rumbo donde los conocimos.
Así las cosas, el grupo que integran la cantante Melissa Bonny (quien también es parte de The Dark Side Of The Moon y de su grupo solista, aparte de colaborar en vivo con Kamelot), el guitarrista Adrian Thessenvitz (también integrante de Quincy Calling y Schwarzlicht), el baterista Niklas Müller (miembro de Devilizer, Blue Label, Fallen After Midnight y MI_Fisto) y el bajista Korbinian Benedict, nos trae en este 2023 su tercera placa discográfica (o cuarta, si contamos la regrabación acústica de su primer álbum, “Chapter I Revisited” (2020)), la cual lleva el nombre de “CHAPTER III – DOWNFALL”.
Yo seré sincero: la escucha del álbum me dejó pocas sensaciones satisfactorias, pese a que el mismo tiene una cantidad en cierto sentido ingente de canciones (12 en total, más 2 bonus track instrumentales). Normalmente soy abierto a las tendencias más modernistas en esto de la música (no por nada soy muy fan de lo que Anton Kabanen ha logrado con Beast in Black, me encantó lo último que ha hecho Amberian Dawn -con todo y que sigo prefiriendo sus primeros álbumes- y hasta disfruto montones lo que Elize Ryd nos brinda con Amaranthe), pero en este caso ninguna de las canciones ha logrado conmover alguna de mis fibras más sensibles.
No digo que el disco sea totalmente desechable (para eso tenemos otras cosas dentro del Rock/Metal más deplorables como el despropósito total -por más que Lars Ulrich intente defenderlo- de la colaboración de Metallica con Lou Reed en el nefastísimo “LuLu” (2011) y su infame meme “I am the Table!”), puesto que tenemos una producción bien lograda y limpia, la instrumentación es bien ejecutada, y sí, Melissa sigue siendo punto alto para lo que el grupo quiere manifestar en cada una de sus canciones.
El asunto acá es que, para 12 canciones que componen el redondo, y que ninguna vaya a recordarla a posteriori quizás (aparte de que inclusive su anterior material tampoco me provocó emociones muy fuertes como sí lo logran otras agrupaciones con cantante femenina, citando como ejemplos Edenbridge -mis grandes favoritos-, Nightwish, After Forever, Epica, etc.), deja muy en claro que este disco sin lugar a dudas no fue labrado para mi gusto personal.
Eso sí, quienes disfruten más esta onda “alternativa” que por lo visto cada vez lleva más enrumbado a tener Ad Infinitum, no dudo que les va a ser de buen deguste este álbum, y me sentiré feliz por quienes sí logren disfrutarlo más que yo.
No le voy a pedir a la banda que hagan la música que yo quiera escuchar de ellos ni mucho menos (faltaría ser algo más caradura para ponerme en ese plan con músicos que, estoy seguro, están siendo muy honestos con su arte, por más que sí, tomen una tendencia más “comercializable” en su actualidad). Simplemente esperaré para ver si su siguiente álbum logra encajar mejor en mí. Lo dudo, pero para verdades el tiempo. Sea como sea, ahí queda el tercer LP de Ad Infinitum, como un disco que pasa por mi vida sin mayor trascendencia, pero que quizás para otros será todo lo contrario (vamos, que he visto casos de gente que sí ha disfrutado otro disco que para mí resultó una escucha muy dura de digerir como lo fue “Talviyö” (2019) de Sonata Arctica).
AD INFINITUM – Chapter III - Downfall
Para que algunos vean que a este servidor que escribe esta reseña "no le gusta todo lo que escucha", tenemos este disco de Ad Infinitum, el cual me resultó ser una escucha de muchas canciones que no me dejaron mucho realmente, pero que posiblemente tendrá su público en otras personas que sí son más afines al estilo artístico que manejan actualmente.Summary