A Través de los Años: DEMONS & WIZARDS – El dolor de saber que ya no veremos más de ellos…

Por Michael Prado

A lo largo de la vida nos hemos de relacionar con personas.  Algunas pasarán desapercibidas con el paso del tiempo, pero habrá otros casos de gente con la que llegaremos a congeniar de tal manera que hasta podremos desarrollar proyectos con un gran potencial de ser algo que trascienda las eras.  Eso fue lo que pasó cuando a Blind Guardian le tocó la dicha de hacer gira junto a Iced Earth durante inicios de los años 90.  Hansi Kürsch y Jon Schaffer no imaginaban en ese momento que sería el germen detonante de lo que posteriormente se convertiría en uno de los proyectos alternos más amados y reverenciados en el Power Metal, pero que a su vez hoy nos duele mucho en el corazón su actualidad, debido a algunas situaciones que ocurrieron en el camino.

Así, amigos lectores, iniciamos el recorrido para recordar lo que fue Demons & Wizards, ese formidable proyecto donde la voz de Hansi se unió de una manera épica y poderosa con los demoledores y agresivos riffs que el líder de Iced Earth ha demostrado en dicha banda ser capaz de crear para los amantes de dicha agrupación.

EL PRELUDIO DE UNA GRAN AVENTURA – EL ENCUENTRO ENTRE EL MAGO Y EL DEMONIO

Corría el año 1992, y Blind Guardian había lanzado recientemente el álbum que les daría una mayor exposición en comparación a sus 3 anteriores lanzamientos, nos referimos a “Somewhere Far Beyond”, mientras que Iced Earth se encontraba promocionando en gira mundial su segundo LP “Night Of The Stormrider” (1991)).

Los vientos de la vida llevaron a que dichas agrupaciones hicieran gira juntos, lo cual iniciaría una amistad entre Hansi y Jon, líderes de Blind Guardian y Iced Earth respectivamente, la cual con el tiempo daría frutos a nivel discográfico.

A finales de los años 90 las ideas entre ambos creadores musicales empezaron a tomar forma, y nada más hacía falta el nombre del proyecto que decidieron emprender, en el cual mezclarían las letras fantásticas y épicas de Blind Guardian con la pesadez, tralla y oscuridad de la música y riffs de guitarra elaborados para Iced Earth.  La esposa de Jon sugirió el nombre de “Demons & Angels”, pues ella se refería así sobre su esposo y Hansi respectivamente, aunque el cantante de los “Metal Bards” se considera a sí mismo como alguien “no tan angelical”, por lo cual, tomando esa base y agarrando prestado de la legendaria banda Uriah Heep (una de las grandes influencias de Hansi) el nombre de una de sus canciones, se bautizó al proyecto como DEMONS & WIZARDS.

UN PODEROSO INICIO QUE MARCÓ PARA SIEMPRE LA HISTORIA DEL METAL ÉPICO

Las grabaciones de esas composiciones que crearon Hansi y Jon iniciaron a mediados del año 1999, levantando una enorme expectativa entre los fans del Power Metal, ansiosos por experimentar cómo sería algo engendrado por estos loados genios de la música pesada.

Dicha espera no fue muy larga, y un 8 de febrero del año 2000, el sello Steamhammer/SPV puso a disposición del público el álbum debut del proyecto, intitulado con el mismo nombre de la agrupación, “DEMONS & WIZARDS”.

De dicho disco debemos comentar, de manera breve (y teniendo la expectativa de cubrirlo más a fondo, como se lo merece, en una reseña a futuro), que no solamente se quedó en traer esa mezcla tan anticipada de los estilos musicales de ambas bandas de las cuales provienen estos genios (lo cual, dicho sea de paso, suena espectacular, y sobre todo en este álbum), sino que tenemos un manejo vocal bastante impresionante por parte de Hansi, sobre todo en ciertas melodías corales, en las que logra inclusive superar mucho de lo que hasta esa fecha había hecho manifiesto en los anteriores discos de Blind Guardian (siendo el más actual para esa época el reverenciadísimo “Nightfall In Middle-Earth” (1998)).

De las canciones, creo que no hay mente que las haya escuchado al día de hoy que les haga cara fea o de displicencia a cada una de las 10 creaciones que presenta este redondo, las cuales son himnos inolvidables y de gran sentimiento épico.  Los riffs potentes y demoledores con los que “Heaven Denies” amenaza nuestros mortales cuellos, para seguir con más furia indomable en “Poor Man’s Crusade”, tener un momento de magia indescriptible en la sublime midtempo “Fiddler On The Green” (top 10 de mis canciones de todos los tiempos, dicho sea de paso), y un cierre de disco con una trilogía de canciones que trascenderán para siempre, como lo son “Tear Down The Wall”, “Gallows Pole” (mi gran favorita de este trío) y la melancólica “My Last Sunrise”.

Esas piezas, y sin despreciar las 4 que hay en medio de ellas (las cuales también son asombrosas), sin duda marcaron un magnífico inicio para este proyecto tan anticipado, el cual tuvo su gira respectiva a lo largo de Europa, donde el grupo (complementado con Ritchie Wilkison en la guitarra solista, Oliver Holzwarth al bajo y el gran Richard Christy tras las baquetas) no solamente se conformó con presentar el disco en su entereza, sino que también nos mostró covers de “Welcome To Dying” de Blind Guardian, “A Question Of Heaven” de Iced Earth, “The Trooper” de Iron Maiden, “School’s Out” de Alice Cooper y “Hell’s Bells” de AC/DC.

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¿QUIÉN DIJO QUE LAS SEGUNDAS PARTES NUNCA SON BUENAS?  DEMONS & WIZARDS TIENE ALGO QUE DECIR AL RESPECTO CON EL TRIUNFO DE SU “REY CARMESÍ”

Tras terminar el tour europeo, Hansi y Jon volvieron a sus labores con sus respectivas bandas, por lo cual Demons & Wizards quedó archivado durante los siguientes 5 años, tras los cuales se da el anuncio de que el demonio estadounidense y el mago teutón volvían a unir fuerzas para un segundo disco de su proyecto alterno mancomunado, el cual volvería a ser traído a la venta por Steamhammer/SPV un 27 de junio del año 2005, con un título bastante potente como lo es “TOUCHED BY THE CRIMSON KING”.

Si bien resultaba bastante difícil lograr igualar o superar el maravilloso resultado de su primer LP, no cabe duda que Hansi y Jon lograron dar vida en compañía de sus músicos invitados (que fueron más en comparación a lo que tuvieron en su compañía 5 años atrás) nos trajo canciones de muy gratos recuerdos, donde la banda pudo hacer un balance bastante interesante entre piezas con gran descarga de potencia y velocidad (donde destacan enormes colosos como la inicial “Crimson King”, la demoledora “Terror Train” o la demencial “The Gunslinger”), números más hard rockeros como la emotiva “Love’s Tragedy Asunder”, otros cargados de epicidad no tan acelerada como “Beneath These Waves” o la imponente “Dorian” (basada en el gran libro “El Retrato de Dorian Gray”, escrito por Oscar Wilde en 1890) y otras más pausadas pero de igual forma hermosas como “Seize The Day” o la conmovedora “Down Where I Am”.

Hay mucha división entre sus fans sobre cuál disco es mejor.  Hay quienes prefieren la energía imparable del debut, pero también están los que defienden a capa y espada la versatilidad musical que tuvo “Touched By The Crimson King” (donde inclusive siento yo que sus bonus tracks “Lunar Lament” y “Spatial Architects” tienen muchas luces a favor).  Lo bueno es que ambos discos cuentan con la aprobación casi que absoluta de quienes los han disfrutado.

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III – UNA ESPERA CASI INFINITA, PERO BIEN RECOMPENSADA

El tiempo pasó, 15 años para ser exactos, y, pese a que en entrevistas, Hansi y Jon dejaban ver que anhelaban volver a unirse para hacer más música juntos, los compromisos con sus bandas los tuvieron distanciados durante todo ese lapso de tiempo, en el que los fans de Demons & Wizards debieron conformarse con escuchar sus 2 discos hasta la saciedad (si puede uno de veras saciarse con ello).

Dichosamente se pudo abrir al fin una brecha en el horizonte del tiempo para que ambos titanes del Metal se volvieran a encontrar para retomar la senda musical que habían labrado desde finales del siglo anterior e inicios del presente.  Eso los llevó a relanzar sus 2 primeros discos a través del sello Century Media Records (sello con el que estuvo Iced Earth hasta el 2021), y además, también emprendieron un nuevo tour por Europa que los llevó inclusive a presentarse en el Wacken Open Air del 2019, siendo los headliners de tan importante festival, donde Hansi y Jon fueron acuerpados por Jake Dreyer en la guitarra, Joost van den Broek a los teclados, y en los coros tuvieron los talentos de Marjan Welman y Marcela Bovio, además de 2 integrantes de Blind Guardian como lo son Marcus Siepen (quien, para sorpresa de todos, manejó el bajo en esta gira) y Frederik Ehmke (el cual se hizo cargo de la batería).

Tras recorrer el viejo continente (y dejarnos de nuevo con las ganas de verlos a los fans que tienen en este lado del Atlántico), se dio la hora de volver a grabar música creada por los líderes de estas icónicas agrupaciones.  2019 fue el año en el cual transcurrió dicho proceso, y así llegó el 21 de febrero del 2020, donde la espera que se antojaba interminable por volver a tener en los oídos nuevas creaciones artísticas de Demons & Wizards finalmente terminaron con el lanzamiento de “III”, tercer álbum de este gran proyecto.

De este álbum debemos decir que se distancia un tanto de lo que originalmente se ha visto en Demons & Wizards, sin dejar de tener ese sabor que tanto caracteriza el arte que nos trajeron durante su existencia.  Las melodías se oscurecieron todavía más que antes (evidencia de ello lo tenemos en canciones tan sombrías como la de apertura «Diabolic» o la intrigante «New Dawn»), los tonos de voz de Hansi oscilaban entre graves sumamente profundos y agudos desgarradores, además de presentarnos nuevamente mucha variación entre velocidad, potencia, epicidad e inclusive un corte muy AC/DC como lo fue el interesante single “Midas Disease”, que bien podría haber formado parte de algún disco de la legendaria agrupación británica-australiana. Inclusive, la banda se dio el lujo de brindarnos canciones de más de 8 minutos de duración en este disco, como lo fueron la ya mencionada «Diabolic» (que sería una especie de secuela espiritual de «Heaven Denies» del primer disco), «Timeless Spirit» (con mucho contenido esotérico dentro de la misma) y «Children Of Cain» (basada en la historia bíblica del hijo de Adán).

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LA TORRE CAYÓ EN EL DÍA DEL JUICIO…

De manera muy desafortunada, tras el lanzamiento de “III”, todo fueron malas noticias para el porvenir de Demons & Wizards, pues poco después del lanzamiento del álbum se dio la lamentable emergencia sanitaria mundial que abarcó el resto del año 2020 y parte del 2021, en donde gran cantidad de países del mundo tuvieron que recurrir a medidas de aislamiento social con el fin de evitar que la enfermedad de la COVID-19 hiciera mayores estragos en nuestra especie (y antes de que alguien diga algo, si resultó o no, ya es harina de otro costal que no nos concierne acá).

Para mayor inri de este proyecto, a inicios del 2021, más precisamente el día 6 de enero, ocurrió una inédita invasión violenta de protestantes en el edificio del Capitolio estadounidense en Washington D.C., invasión donde quedó en evidencia la participación de Jon Schaffer (quien no comulga en lo absoluto con los ideales de la actual administración de la potencia norteamericana, y siempre se ha autodeclarado como un enardecido patriotista).  Tras dicho desaguisado, Schaffer apareció en la lista de los más buscados por el FBI debido a su presencia.

El guitarrista de Iced Earth y Demons & Wizards se entregó así a las autoridades el 17 de enero del 2021, tras lo cual Century Media Records decidió de manera irrevocable romper lazos con ambos proyectos de Jon, y el 1º de febrero se dio la triste (pero, a mi humilde parecer, lógica) noticia de que Hansi Kürsch abandonaba Demons & Wizards.

Así es, amigos.  A día de hoy, Demons & Wizards es parte de la historia de la música, y muy probablemente (con todo y que, según tengo entendido, actualmente Schaffer está en libertad condicional, colaborando con las autoridades norteamericanas con información sobre lo ocurrido ese 6 de enero) no volveremos a ver más música nueva de este proyecto, pero no cabe duda que los buenos momentos que hemos disfrutado con sus 3 álbumes perdurarán para siempre en las memorias de quienes los hemos escuchado y disfrutado, sin contar también las nuevas generaciones que han de conocerlos en el futuro (y que se unirán al coro de los que también endechamos el triste destino de este proyecto que daba para mucho más).