SKILLET – Dominion (Album Review)

por Dan Hayer 🇨🇱

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El recuento musical que uno termina haciendo al final de cada año siempre te arroja trabajos que dejamos sin revisar, lanzamientos a los que, por una u otra razón, no pusimos la atención debida. Y es en esa actividad entretenida donde me encontré con este álbum de los norteamericanos Skillet, banda de amplia trayectoria y que durante sus tres décadas de existencia ha obtenido una cantidad nada despreciable de galardones. La banda está liderada por su fundador John Cooper (voz y bajo), con él están Corey Cooper, esposa de John (teclados y guitarra rítmica), Seth Morrison (guitarra), Jen Ledger (batería y coros).

Hay que ser claros, aquí los «Trues» tendrán que salir corriendo a refugiarse en sus bandas malotas y crudas, pues estamos ante una agrupación que apuesta sin complejos de ninguna clase por un rock y metal hecho para el mainstream, con un sonido plenamente comercial, así que si andan con arcadas y cosas por el estilo no se quejen.

Lo cierto es que personalmente a Skillet siempre le hice el quite, por años fue una banda que no llamaba mi atención hasta que me animé en este 2022 a darle revisión aprovechando el lanzamiento de este álbum que se intitula «Dominion», y que viene a ser ya el número 11 de su discografía. Así que parto desde este punto de honestidad, como alguien que no conoce los trabajos anteriores de la banda.

Mi curiosidad respecto de lo que me encontraría en esta obra me llevó a terrenos que en realidad yo sí había frecuentado en algunas cosas como Papa Roach o Linkin park, bandas de metal alternativo que he disfrutado bastante. De manera que el sonido de Skillet me dejó en una primera escucha una sensación de bastante familiaridad.

«Saving The Game», por ejemplo, da inicio a un recorrido musical que me deja nociones de un metal moderno, juvenil, con melodías que se te quedan pegadas por horas, y un jugueteo electrónico que lejos de molestarme logra gustarme, y también el desempeño vocal de John Cooper es encomiable, un tipo que canta para el género, su color de voz es totalmente representativa del Nü Metal, e inyecta mucha pasión en su interpretación.

Le sigue «Standing In The Storm», la cual parte con buen protagonismo de los teclados y avanza de forma intrincada con mucho de electro-pop, hasta que poco a poco los riffs de guitarra comienzan a hacer lo suyo, aunque priorizando como es propio de este tipo de música, más en el ritmo que en otras cuestiones como la complejidad. «Dominion» es la que da título a este disco, poseedora de una cadencia más animosa, se erige como una de las canciones más disfrutables del listado, capaz de levantarnos el ánimo y acompañarnos en cualquier actividad que requiere esa inyección de energía que libera.

Un maravilloso respiro es el que evoca la suave intro de piano en «Valley Of Death», una de las mejores baladas que escuchado del último tiempo y mi pieza favorita de este álbum. Es un lujo poder encontrarse con melodías tan bien logradas y cargadas de esa emotividad a la que algunos necesitamos recurrir en algún momento. «Beyond Incredible» viene a confirmarnos que esta primera mitad del álbum anda bastante bien, y es más de lo que yo hubiese esperado.

Tenemos en «Destiny» la continuidad de todo lo que he venido relatando, otra pista dotada de toques muy modernos y que además cuentan con los aportes vocales de la baterista Jen Ledger, que se acopla de manera espléndida para formar un dúo de voces con Cooper, la construcción melódica en lo que respecta de las líneas vocales es otro gran acierto, y un aspecto que la banda maneja con soltura y naturalidad.

Es evidente que para digerir este tipo de obras, o mejor dicho, a esta clase de bandas, es necesario ya tener cierto grado de tolerancia a la música más comercial y radiofónica, porque hay que tener cierta predisposición al hecho de que prácticamente no encontrarás los solos de guitarra que son parte esencial en la mayoría de subgéneros del rock y el metal; o que además las voces tienen una dirección más juvenil, propia del grunge y el punk más popero. También habrá que estar predispuesto a sonidos de sintetizadores, que aunque a estas alturas uno podría creer que ya llevan por años insertados en nuestro nicho metalero, todavía hay gente por ahí haciéndole el asco. Pero en fin, sigamos desmenuzando esto.

Con piezas como «Refuge», la cosa no busca estallar en acompañamientos poderosos de guitarra, sino que en esta la decisión ha sido la calma de una especie de semibalada, que hasta me recuerda un poco a la música «Worship» que se hace en la actualidad, y ello probablemente esté muy relacionado con la cosmovisión cristiana de la banda.

Desde mi perspectiva comienza un leve bajón en lo que sigue, ya que «Shout Your Freedom», y en especial «Destroyer» seguida de «Forever Or The End», son una tríada de piezas que no logran engancharme tanto como las mencionadas con anterioridad, haciendo de esta sección la menos brillante dentro de lo que en términos generales me sigue pareciendo un buen álbum.

Afortunadamente, volvemos a estar en presencia de algo más acorde a la gran primera mitad del álbum gracias «Ignite», que tiene esa expresividad y vitalidad que ya me gusta de Skillet, donde John Cooper va luciendo su voz rasgada como si fuera muy simple cantar en esas tonalidades cuando sabemos la destreza que eso requiere. «White Horse» tiene la misión de cerrar este plástico y lo hace con una mezcla interesante de hip hop y metal…Nü Metal hecho y derecho, con un estribillo disonante, pesado y electrónico, que en tres minutos y medio nos deja con ganas de volver a reproducir el álbum por completo.

Así ha sido mi primer encuentro con un trabajo de Skillet, desde aquí me iré directo a revisar su discografía con grandes expectativas, ya que con «Dominion» demuestran saber como crear buenas canciones, y que tienen un gran conocimiento y manejo de los clichés del género, lo suficiente como para saber explotar una fórmula que según se puede investigar, da resultados. Y eso va más allá de lo únicamente musical, la banda es un todo que sabe moverse con inteligencia en el ambiente y este año no ha sido la excepción para ellos.