ROSA NOCTURNA – Angels & Beasts 🇨🇿 (Album Review)

Por Michael Prado

Siempre es interesante cuando las bandas de determinado país hacen su música y la cantan en el idioma de su país respectivo.  En mi caso, y sin saber mucho de esos idiomas, disfruto mucho los álbumes de bandas procedentes de lugares como Japón, Rusia e inclusive Hungría, que son países que (por lo que he notado) sus agrupaciones apuestan más por hacer sus líricas en sus lenguas oficiales antes que buscar hacerlo en inglés (caso muy parecido al de España).

No obstante, también es muy gratamente recibido cuando estos grupos se deciden a traernos versiones de sus obras musicales de años anteriores, pero con letras traducidas o adaptadas al idioma inglés (del cual con el paso del tiempo he podido, gracias a la música, ampliar más mi manejo de dicho lenguaje).  Como casos que puedo traer a la memoria de eso, tengo los ejemplos de Avalanch, Elfsong y HB (cómo deseo que Dragon Guardian y Эпидемия también hicieran eso, pues sus discos o son conceptuales o Metal Opera que siempre he querido conocer en su plenitud).

Para esta ocasión, hemos descubierto a una interesante agrupación de Symphonic Folk Metal procedente de la República Checa, que se llama Rosa Nocturna.  Esta banda se compone de su líder y guitarrista Tonda “Gabriel” Buček (ex miembro de Wolfarian), el también guitarra Petr Vosynek (integrante de Sinnemia), el bajista David Koudela, el batero Dan Havránek y un trío de cantantes, compuesto por el señor Mathias Novak y las damas Viktorie Surmová (quien también presta su voz para Bohemian Metal Rhapsody y Surma) y Aneta Zatočilová (también vocalista de Synaesthetics).

Rosa Nocturna ha hecho prácticamente toda su discografía (1 maqueta, 3 LP y 1 EP) en su natal checo (con la excepción del sencillo “Skinchangers” (2019)).  Y en este 2022, han tomado la decisión de darle nueva vida a su tercer disco, “Andělé a Bestie” (2020), adaptando sus letras al idioma de Shakespeare, en un lanzamiento que tendrá lugar este 1º de Septiembre del año en curso, que llevará el nombre de “ANGELS & BEASTS”.

El álbum abarca 11 canciones, e inicia con una interesante “Lightbringer”, cuya letra nos habla en un tono casi descriptivo y hasta conciliatorio sobre Lucifer, el “Portador de Luz”.  La pieza en su estructura musical nos muestra un ritmo, entonación y cadencia similar a la legendaria “Nemo” de Nightwish, con un interludio oscuro donde tendremos unos vocales guturales.

Con un trabajo muy melódico en las guitarras entra en escena ahora “Pharmacist”, segunda pieza de este trabajo, que nos habla de un curandero con poderes para sanar las heridas que los males de amor podrían provocar a su clientela.  La intencionalidad de esta pieza logra ser más optimista que su predecesora, y resulta un número muy disfrutable, con un final donde la batería potencia el ambiente con su doble bombo.

La esencia más Folk y bohemia del grupo sale a flote con la hermosura de tercera canción que es “Falling”, que nos habla de la confianza en una relación de pareja.  Lo más destacado en esta pieza es el hermoso trabajo de flautas (que en la versión original fueron grabadas por Hanka Osifová).

Pese a tener un interesante trabajo de riffs guitarreros, la apuesta musical de “Desires In Mist” va más por la melodía, algo que se evidencia en su entonación de Fa Mayor.  Es la primera pieza en la que intervendrá en el canto René “Perry” David, quien se complementa de manera hermosa con Aneta Zatočilová para dar vida a una letra muy romántica y conmovedora.

La conquista de nuestros temores y la lucha contra ellos son el tema de la hermosa y enigmática midtempo “Fear”, que inicia con ese piano cargado de reverberancia típica de las películas de terror, y nos va llevando a través de la oscuridad de un bosque, que puede ser real o bien encarnizado en nuestra propia mente.  Destaco las voces de niños que inician y terminan la canción, reforzando el tema de que muchos de esos temores han sido creados desde temprana edad.

Nuevamente el sentimiento más Folk se apodera del álbum cuando “Once” inicie a reproducirse, siendo esta pieza un bello número acústico, donde la guitarra y el violín se funden en un romance que nos hace sentir a la luz de una alpargata de llamas en medio de un bosque, mientras nos deleitamos con la voz de René nuevamente, que interpreta a un ser mitológico que acompaña a una joven doncella desde su niñez hasta que ella une su vida a la de su amado.

Si hay una pieza que podría ser tildada de “progresiva” en este álbum, pero no por la intención rítmica, sino por la intensidad de la instrumentación, ésa sería “Skinchangers”, una canción bastante interesante en toda su estructura musical, que inicia con el sentir Folk del grupo (ya saben, percusiones habituales de este género y el sonido de los violines), terminando con riffs gancheros, sin que eso amerite acelerar el ritmo.  Otro elemento que me llamó la atención fue que los personajes de la pieza (un hombre lobo, un hombre dragón y un hombre serpiente) fueron interpretados con voces distintas (el lobo con voz áspera de cantante de Thrash Metal, el dragón con guturales Death Metaleros y el hombre serpiente con las voces oscuras típicas del Black Metal).

Llegamos al punto más Heavy del álbum, que resulta ser la imponente “Intruders” (como curiosidad, esta pieza y la anterior fueron parte de la versión original de este álbum como bonus tracks).  Riffs de guitarra que nos harán agitar la cabeza de manera inconsciente, la potencia de la batería abarcando momentos cercanos al Power Metal y una letra que nos lleva al encuentro con un extraño con malas intenciones que ha llegado a un pueblo, son los elementos para uno de los momentos más intensos del disco.

Para ninguna familia ha de ser grato saber que uno de sus miembros debe ir a asumir la responsabilidad de ir a una guerra, y la gran canción “Letters To The Front” nos lleva a conocer la triste historia de una chica cuyo padre debe ir a cumplir los deberes bélicos en reiteradas ocasiones.  Me gustó mucho esta pieza, pues conjuga bastante bien la potencia y el sentir Folkish del grupo como ninguna otra en el álbum, y como detallazo, en las partes que canta el personaje del padre suenan blast beats como si fuera el ambiente de una guerra.

El disco cuenta con un bonito instrumental llamado “Periculum”, que nos trae a la palestra elementos orquestales que, si bien están presentes en el disco, éstos no salen tanto a la línea frontal como en esta oportunidad, y nos brindan un momento agradable de descanso mental.

La última canción no procede de la versión original de este álbum, sino de uno anterior, el cual es su segundo álbum “Za hradbami času” (2017), y dicha canción es “Of Love, Of War, Of Blood”.  La elegancia del grupo sale a relucir desde su puro inicio, cuando en el más puro sentir barroco el teclado Hammond y la flauta crean melodías evocadoras de un pasado remoto.  La letra de esta melancólica y preciosa balada nos pone en la piel de un joven cuyo amor no fue correspondido y tuvo que responder al llamado de ir a la guerra.

Llena el corazón ver que aún existen bandas que crean trabajos tan hermosos y cargados de melodías y elegancia, en un género donde, siempre lo he dicho, hay espacio para múltiples posibilidades (por más que algunos “cabeza cerrada” digan que “el metal debería ser siempre solamente espacio para propuestas potentes y sin adornitos engalanados ni cosas por el estilo”).  Si eres fan del Folk Metal, no dejes pasar este disco, que podría convertirse en una de tus mejores decisiones para escuchar en este año.

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