LOVEBITES – Judgement Day 🇯🇵 (Album Review)

Por Michael Prado

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Qué bien le hace al ser humano a veces hacer un alto en el camino, donde pueda tener un pequeño interludio para recargar energías, replantear ideas, buscar la luz que parece haber perdido por la circunstancia que sea, y posteriormente a eso, seguir adelante con su senda, en la cual ha venido haciendo su vida y proyectos.  Algo similar a lo que ocurrió el año anterior con la agrupación cuyo nuevo álbum será tópico de reseña en esta oportunidad.

Hace dos años recibimos la noticia de que la agrupación de Power Metal procedente de Japón, integrada al 100% por mujeres y conocida como Lovebites, anunciaba un parón momentáneo tras la partida de su bajista Miho Rosana.  Dicho comunicado nos dejó desolados a quienes habíamos disfrutado de su música (en mi caso, las conocí precisamente hace 2 años, y quedé abrumado de la impresionante calidad musical que desarrollan en su obra, donde sus 3 primeros álbumes de estudio y 3 EP han sido algo impresionante, con una calidad compositiva y de producción soberbias, como si hubieran tenido en alguna forma inyectados en sus genes mucho de la escuela alemana de Power Metal, tan famosa por la potencia, velocidad y tralla que poseen las bandas que vienen de allá, donde nació dicho subgénero hace 36 años en Hamburgo).

Por dicha, en este caso, el parón no duró mucho, y en cuestión de 1 año, estas chicas ya andaban haciendo audiciones para encontrar el reemplazo a su anterior compañera.  Así las cosas, tras reactivar las máquinas en el 2022, se dio el anuncio a finales del mismo año que la bajista Fami。 se uniría en el viaje musical de Lovebites a la cantante Asami, la guitarrista y teclista Miyako Watanabe, la también guitarrista Midori Tatematsu y la baterista Haruna Yosai, con el propósito de que para este 2023 viese la luz su cuarto LP, que lleva el nombre de “JUDGEMENT DAY”.

Vamos a poner los puntos sobre las íes desde ya, puesto que bien lo vale: lo que estas japonesas han conseguido en sus 3 discos anteriores fueron derroches de potencia que el amante del Power Metal no debería perderse en lo absoluto.  Sin embargo, estas muchachas están más que comprometidas con lo que aman, y la prueba inequívoca de ello la tenemos en este triunfal retorno a las tablas, en donde “Judgement Day” no solamente es su grito de “¡Hemos vuelto!”, sino que en todos los niveles supera lo anteriormente desarrollado en su carrera, brindándonos un disco que, con toda seguridad, costará que agrupación alguna de Power Metal en el mundo (al menos para mi humilde perspectiva) logre superar en cuanto a lograr hacer manifiestas todas y cada una de las virtudes que caracterizan a este épico subgénero del Metal (máxime en estos tiempos, donde para algunas bandas, hacer Power Metal es crear un disco de 3 canciones rápidas y el resto de piezas que sean composiciones de “media tabla”).

Lo que podría considerarse como la gloriosa resurrección de esta banda (que, a mi humilde criterio, se merece todavía más fans de los que ya tiene, dado lo proficientes que son en gran medida sus integrantes en cada uno de sus instrumentos) se desarrolla con gran tino en “We Are The Resurrection”, que abre el álbum con maravillosa solidez y hermosas melodías (sobre todo las que crearon para el estribillo), y nos da desde ese momento la idea de que estas chicas están volviendo y a paso más que firme.

Dicha premisa sigue haciéndose presente y sin dar ápice ni momento a que haya atisbo de duda sobre ello con la imponente “Judgement Day”, que, siendo la canción que intitula el disco, no podía fallar en brindar un momento imponente de energía, velocidad y calidad melodiosa.  A mí siempre me ha llamado la atención que el aspecto visual que muestran estas chicas parece como si fueran una agrupación de J-Pop (como Kalafina o Perfume, 2 de mis favoritas de este estilo nipón), pero a la hora de agarrar los instrumentos musicales es como si el espíritu de Kai Hansen las invadiera a las 5 y no seamos más que testigos de genialidad tras genialidad que han logrado.

Lovebites con “The Spirit Lives On” deja más que claro que no están acá para “jugar a las muñecas” o cosa que se la parezca, sino para seguir haciendo música de una valía arrolladora y de calidad épica, envolvente y sobresaliente.  Creo que Asami es una de las cantantes que más me ha sorprendido en estos años de lo que escuchado nacido en Japón (con todo y que mi favorita sigue siendo la grandiosa Fuyuki “Fuki” Tenge de Unlucky Morpheus).  Quizás su único punto cuestionable sea la pronunciación del inglés, algo que en general afecta a los nipones, pero, si logramos hacer a un lado este aspecto, disfrutaremos de un maravilloso número musical más, en donde velocidad, melodía y excelencia compositiva bien labrada y ejecutada en los instrumentos, se hace presente en este álbum.

Uno quisiera tener una pausita para descansar, pero esos riffs tan duros y sobresalientes con que da arranque la más Heavy metalera en su esencia “Wicked Witch” no nos va a dar tregua, y ni modo, uno que lleva el metal en las venas tendrá que apechugar y seguir la marcha de energía a gran escala que estas japonesas han creado, en una pieza donde se impone más la pesadez que Miyako y Midori desarrollan en sus guitarras, acompañadas de acertados golpeteos en la batería por parte de Haruna.  Un deleite más donde, obviamente, Asami sigue mostrando lo privilegiadas que son sus cuerdas vocales, sin dejar de comentar las acertadas líneas de bajo de Fami (donde hasta uno que otro slapping hace acto de presencia).

Insisto, los que se dejen llevar por la presentación visual de estas chicas y las descarte por este motivo, va a perderse de un desfile imponente de potencia sin parangón, como el que da continuación al festín de energía absoluta que este álbum nos trae, ahora con “Stand And Deliver (Shoot’em Down)”.  No, si bandas europeas envidiarían crear los seísmos de magnitud fuerte que con sus guitarras son capaces de provocar entre Mikako y Midori, quienes, con la complicidad de Haruna y su excelsa habilidad tras los tambores, el respaldo de Fami en las 4 cuerdas graves y el hermoso contraste que la elegante voz de Asami nos brinda, dan como resultado un gran ejemplo de lo que debe ser Heavy/Power Metal, con riffs imponentes y una melodía a borbotones.

No, las chicas no nos dan permiso de sentarnos a descansar en lo absoluto, así que sigamos agitando la cabeza con el headbanging irrefrenable al que nos va a conducir “Victim Of Time” con su acelerado tempo, que poco o nada le tiene que envidiar a las creaciones que se suscitan en el viejo continente (donde, vuelvo a recalcar, parece que el Power Metal ha ido perdiendo con los años el norte de llevar mucha velocidad en sus creaciones).  Además, Miyako y Midori nos regalan en este número uno de sus mejores solos conjuntos de guitarra, mostrando que son bastante competentes a las 6 cuerdas.

No sé, pero al ver que nada detiene a estas 5 mujeres, creo que tendrán algún generador de energía infinita creado por el Dr. Gero de Dragon Ball en sus seres, puesto que nada las detiene, con todo y que parece que le bajan un tanto al acelerador dentro de “My Orion”, que resulta ser una composición más al estilo Hard Rockero, recordando inclusive composiciones icónicas del Power Metal como “I Want Out” o “Future World” en cuanto a ritmo y tempo concierne.  Algo refrescante y de recreo de energías de cara al cierre que se nos avecina en este álbum.

Para “Lost In The Garden”, este quinteto nos trae un festín melódico en sus guitarras que nos recordará el estilo más de la escuela finlandesa, en un número que bien podría pasar perfectamente como algo que haya salido de un álbum noventero de Stratovarius o de la trilogía inicial de Sonata Arctica, dado el caudal de melodías y la entonación más optimista que trae en su estructura musical (La Sostenido Menor, que reitero, ¡Dios, cómo amo estas entonaciones de notas negras!).

https://www.youtube.com/watch?v=jeL6FHQ01V4

El nombre de “Dissonance” podría hacernos presagiar algo más agresivo e inclusive cercano al Metal Extremo por parte de esta agrupación, y bueno, el inicio de la pieza y cierta parte del desarrollo de la misma parece coquetear con esos acordes oscuros que se acostumbran en esos rubros, pero podríamos decir que poco a poco va agarrando la luz del Power Metal para que no se pierda el norte (con todo y que el canto de Asami por momentos pareciera tomar tintes de cercanía a lo que se acostumbra en el Thrash Metal).  La verdad de las composiciones más atrevidas y desenfadadas que han logrado en su carrera.

El adiós a este álbum llega en su décima canción, al abrigo de esas melodías iniciales que presagian otra tempestad poderosa y cargada de epicidad, la cual poco a poco se irá revelando hasta iniciar de golpe en el último manifiesto de calidad incuestionable de estas chicas, llamado “Soldier Stands Solitarily”, que sigue la senda ultravitaminizada de velocidad y melodías desarrollado en cada momento de este álbum.  Mis respetos absolutos a quienes han resistido esta tempestad de 10 canciones avasalladoras de pie y sin ceder ante la fatiga.

Mucho se ha hablado en los últimos años sobre que “el Power Metal parece haberse ablandado en los últimos años”, y bueno, tenían que llegar unas jovencitas vestidas de niñas buenas a demostrar cómo es que se hace Power Metal de verdad, sin tener que apelar tan siquiera a una balada en todo el disco.  ¡Nada de eso, señores, esto es un disco donde la velocidad, la energía, la epicidad, la emotividad, el virtuosismo y la elegancia están a la orden del día!  No podemos concluir sin agradecerles a estas muchachas por regresar, y sobre todo, por hacerlo de forma tan brillante, logrando lo que será uno de los mejores álbumes de este año (e inclusive un disco que poco a poco se convertirá en referente del Power Metal asiático, e inclusive mundial).