Una fiesta internacional: Así se vivió el KNOTFEST 2024 en Buenos Aires.
Por Carolina Laredo
El pasado 26 de octubre, la segunda edición del Knotfest en Argentina. Más precisamente, tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, en el Parque de la Ciudad.
El Knotfest es un festival itinerante creado en 2012 por la banda Slipknot y su antiguo manager, Cory Brennan. El festival es itinerante dado que se realiza en diversos países del mundo. La primera edición de este festival en Argentina tuvo lugar en diciembre de 2012; en dicha edición, además de Slikpnot, se presentaron Judas Priest y Trivium.
En esta ocasión, la banda Slipknot fue acompañada de otras tres agrupaciones: las japonesas de Baby Metal y dos grupos suecos, Meshuggah y Amon Amarth. Por otra parte, fueron bandas soporte nacionales el grupo de Metalcore Nvlo y la banda de metal y power rock Arde la sangre.
Baby Metal: Una propuesta heavy y kawaii.
En mi caso, ingresé al festival cerca de las 16:30, por lo que no pude presenciar a las bandas soporte. El ingreso y los controles cerca de ese horario afortunadamente fueron rápidos, por lo que pude estar presente desde los primeros temas ejecutados por Baby Metal. El grupo japonés arrancó su show cerca de las 16:40, el cual era el horario pautado.
Las japonesas sorprendieron con su show, en el cual mostraban mezcla de ternura (podríamos decir que son muy kawaii), carisma, sonidos típicos de su país y Heavy Metal; me atrevería a decir que, incluso, sonaron más “pesadas” en vivo que en su material de estudio.
Acompañando la música con coreografías y vestimentas coloridas y brillantes, presentaron unos nueve temas, un setlist relativamente breve, ya que hay que tener en cuenta de que se trata de un festival. De esta forma, presentaron canciones que ya podrían considerarse clásicos en su discografía, como los “pegadizos” y a la vez pesados Distortion, Metali y Ratatata, este último con la colaboración de Electric Callboy, agrupación alemana que, por motivos obvios, no estuvo presente en el festival.
Sin dudas, el show de Baby Metal fue uno de los que tuvo más convocatoria, incluyendo a público joven. Una de las cosas que me llamaron la atención del festival fue ver a niñas, adolescentes y adultas jóvenes vestidas o, mejor dicho, realizando cosplay de las japonesas. Esto me llevó a pensar que esta agrupación puede ser una buena iniciación para niños y jóvenes dentro del mundo del metal, debido a su combinación de heavy metal con sonidos y voces típicas del Japón que nos remiten al mundo del animé.
Meshuggah: Una lección de Djent.
Tras finalizar el show de Baby Metal, el público contaba con poco más de una hora de espera hasta la próxima presentación, que fue la de Meshuggah. Entre ambas bandas, hubo un lapso de cerca de una hora con diez minutos, lapso de tiempo que la mayoría del público, entre los que me incluyo, aprovechamos para activar el sistema de pago cashless, comprar comidas y/o bebidas, merchandising y, por supuesto, utilizar los baños. El festival se realizó en un predio de gran tamaño y el público era numeroso, por lo que había distancias considerables y largas filas para realizar todo lo necesario.
De esta forma, el tiempo entre ambas bandas se pasó de manera rápida. Mientras caía el sol en esta calurosa tarde primaveral, cerca de las 18:20 horas, comenzó el show de Meshuggah, solamente diez minutos más tarde del horario pautado.
Los suecos dieron una lección musical, realizando un show altamente profesional, solemne, con poca interacción con el público, en el cual desplegaron todo su virtuosismo a través de la combinación de guitarras graves y distorsionadas de siete cuerdas, un bajo potente y distorsionado, ritmos de batería y la voz agresiva y efusiva de su vocalista, Jens Kidman.
De esta forma, desplegaron su sonido tan característico, con elementos vaguardistas, técnicos, progresivos y grooveros, los cuales convirtieron a la banda pionera y emblema dentro del género Djent.
Realizaron varios de los clásicos compuestos a lo largo de más de treinta años de trayectoria (teniendo en cuenta que comenzaron en 1985 bajo el nombre de Metallien), tales como Rational Gaze, Perpetual Black Second, Bleed y Demiurge.
Pese a que la propuesta de Meshuggah, al ser tan técnica y vanguardista, resulta difícil de asimilar en un primer momento, podemos destacar que, cerca del final del show, el público realizó una gran “ronda” seguida por mosh.
Amon Amarth: Una fiesta vikinga.
Siendo las 20:10, es decir, solo diez minutos más respecto al horario del cronograma, comenzó el show de los compatriotas de Meshuggah, los vikingos de Amon Amarth. Sin dudas, dieron un recital excelente, con la calidad propia de un show europeo.
Por primera vez en Argentina, pudieron desplegar casi toda la escenografía que utilizan en los shows europeos y/o en festivales masivos: un telón de fondo similar a la portada del último disco, denominado The Great Heathen Army (2022), dos estatuas a los costados que simulan dioses o guerreros nórdicos y la batería en altura, sobre una especie de cabeza o máscara vikinga.
El grupo sueco, liderado por el imponente y carismático Johan Hegg, dio un show cargado de energía, con un sonido excelente y un público argentino fascinado con la propuesta. El público fue muy numeroso y además no faltaron los saltos, los “remos” y el mosh. Sin dudas, fue el show más masivo de Amon Amarth en Argentina.
El grupo de viking metal tocó doce canciones, centrando su setlist principalmente en su anteúltimo disco, Berserker (2019). No obstante, no faltaron clásicos de la banda, tales como Guardians of Asgard y Pursuit of Vikings. Es algo curioso que solo tocaron un tema de su último disco, la canción titulada Heidrun.
Finalmente, como en todos los shows de Amon Amarth, se finalizó con Twilight of the Thunder God, canción acompañada de wall of death como sucede en cada presentación de los suecos en nuestro país.
Slipknot: El cierre de la noche.
Finalmente, subió al escenario Slipknot, banda que lideraba el festival. Su presentación comenzó a las 10:15 horas, es decir, unos quince minutos luego del horario establecido en el cronograma. En este caso, la banda de Iowa realizó un recorrido por su primer disco, denominado de manera homónima y publicado en 1999. Realizaron en su setlist todos los temas del disco, aunque en un orden distinto al que aparece en el álbum, tocando así unas catorce canciones.
En lo que respecta al público, se podía apreciar que la mayor parte del mismo habían ido al festival principalmente por Slipknot ya que predominaban las remeras del grupo estadounidense y, en algunos casos, se veían personas con máscaras de payasos o vestimenta similar a la utilizada por el grupo.
Esto también se evidenciaba en el hecho de que, durante la presentación de Slipknot, los baños y puestos de comida y merchandising tenían filas con pocas personas, a diferencia de lo que sucedió durante el resto del festival.
No obstante, cabe agregar que buena parte del público se retiró antes de que termine el show, quizá por el hecho de que, al finalizar, el transporte público se vería atiborrado de gente y, en algunos casos, probablemente por la decisión de la banda de tocar el primer disco, lo cual de todos modos había sido anunciado previamente. De esta forma, faltaron algunos clásicos de Slipknot como por ejemplo, Psychosocial, del disco homónimo de 2008.
Palabras finales.
En conclusión, el festival contó con una gran puesta en escena de las bandas que se presentaron y, en cuanto a sonido, fue excelente. Sin dudas, el público lo disfrutó mucho y las bandas seguramente podrán afirmar lo mismo. Cabe destacar, además, que también contó con bastante puntualidad.
Como aspecto negativo, podría mencionar dejó algo que desear lo relacionado a la logística, ya que las filas para comer, beber algo, ir al baño y comprar merchandising eran enormes, sin contar que el sistema de cashless fue anunciado con poca antelación.
Excelente reseña Caroooo!!
Comparto lo que decís, y no me puedo sacar de la cabeza la puesta de Amon, increíble ese show!!!!