KALEDON – Legend Of The Forgotten Reign Part VII : Evil Awakens (Album Review)

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Italia es uno de los países que alberga a varias de las bandas mas vanguardistas e interesantes de la escena power metal, es la cuna de agrupaciones respetadísimas de la talla de Rhapsody (en todas sus variantes), Labyrinth, Vision Divine, Skylark o Secret Sphere, por mencionar a algunas. Este tipo de power se fue desarrollando con melodías menos convencionales, las cuales requieren en muchas ocasiones una escucha consecutiva, mas detallada, de manera que a cada reproducción el oyente pueda descubrir nuevas pinceladas mediante aquel lindo ejercicio de la “contemplación”, en palabras un tal Schopenhauer.

Kaledon viene desde finales de la década de los 90s (los años dorados del power metal), transitando por ese mismo sendero musical, con un inicio algo precario que sabemos perdonarle a las bandas que empiezan su carrera artística. Por aquel tiempo se animaron a grabar algunos demos, hasta que en el año 2002 editan su primer LP, el cual implicaría el estreno de la saga “Legend Of The Forgotten Reign”, cuyo primer capìtulo se titulaba “The Destruction”, un álbum que ya arrojaba canciones maravillosas como “In Search Of Kaledon”, “Spirit Of The Dragon” o “God Says Yes”, y en serio queridos lectores, si no conocen a la banda creo que tienen que darle un vistazo a esos temazos de power muy melódico y con camionadas de epicidad. Lamentablemente  aquel álbum no goza del buen sonido que sì alcanzarían con sus siguientes producciones.

Hoy estamos a exactamente 20 años desde aquel álbum, y los italianos liderados por los guitarristas Alex Mele y Tommaso Nemesio (únicos miembros fundadores que siguen en la banda), nos presentan el séptimo capítulo de aquella saga, que había quedado en una especie de stand by, puesto que decidieron pausarla por una década completa. Esta década sin la saga de la leyenda del reino olvidado, no significó, sin embargo, que la banda se echaba en los laureles o se tomaba una buena cantidad de años sabáticos, sino que por una década se dedicaron a trabajar en álbumes fuera del concepto de su saga principal.

La evolución de las bandas es inevitable con el paso del tiempo, las tonadas melodiosas, con relatos heroicos, voces agudas, ambientaciones místicas y coros pomposos han sido por años los azafranes con los cuales cuentan las composiciones de Kaledon, pero no pasan desapercibidos aquellos elementos que no eran muy comunes en el pasado de su discografía, evidentemente la intro “Renascentia Noctis” ya nos da atisbos de esa sonoridad que viene a implementarse y mas aún, enriquecer lo que es esta placa.

Para esta saga tenemos que la formación consta de Alex Mele (guitarra principal), Tommaso Nemesio (guitarra secundaria), Manuele Di Ascenzo (batería), Paolo Campitelli (teclados), Enrico Sandri (bajo) y finalmente Michele Guaitoli (voz).

La partida estruendosa de “At Th Gates Of realm”, insufla poderío que bien saben demarcar los sintetizadores y los arrolladores primeros compases en los tambores de Manuele Di Ascenzo, pero todavía las formas interpretativas de Guaitoli se desarrollan con total seguridad y un desplante que sólo puede provenir de su técnica tan bien trabajadas. Sus agudos son tan notables que cualquiera podría pensar que se trata de una chica, pero ojo, no es una voz que carezca de dinamismo y que se explaye con chillidos molestos e insoportables, considero que con Guaitoli por fin estos italianos consiguen el vocalista indicado, porque en otras producciones no estaba ese equilibrio en la voz, Claudio Conti gozaba de agudos increíbles (en ocasiones descontrolados) pero carecía de profundidad en las notas graves, y luego Marco Palazzi tenía buenos medios pero no llegaba a sorprendernos con los agudos que tanto nos deleitan en este género musical.

Equilibrio me parece el concepto mas adecuado para definir esta obra, todos los elementos con los que históricamente ha contado la banda por fin logran una maravillosa coherencia y se conjugan en total armonía. La instrumentación continuará su empoderamiento trazado y en “Strike From The Unknown” hasta voces monstruosas en plan gutural se suman a la devastación y la vuelven una de las puestas en escena más violentas de los italianos; teclados tipo “church organ” también están aquí como una ampulosa cortina de ambientación.

Otra pieza sobresaliente es “Emperor Of The Night”, con ese estribillo oscuro y ese solo de guitarra que empieza a acelerar la canción al cual, por cierto, le hallo cierta familiaridad a Gamma Ray y Helloween, pese a que el álbum es totalmente de sonido italiano.  También está “The Dawn Of The Dawns” con estrofas intrincadas pero con un coro bien melódoco y pegajoso, y lo mejor aún está por venir!

En la parte final del álbum (es que no voy canción por canción, amigos) están según mi apreciación las canciones mas geniales de este, y por sucesos como “The End Of Time” es que nunca debemos juzgar un álbum sólo por lo que escuchemos en sus primeras canciones y luego desecharlo, ya que en esta octava ubicación del tracklist la tensión inicial, aunada a las vocales distorsionadas de Guaitoli y los respaldos corales que le secundan van a desembocar en otro coro para cantar puño en alto, y sin duda espero que contemplen agregar esto a sus presentaciones en vivo, es simplemente excelso y aguerrido.

La pista 10 lleva por nombre “The Sacrifice Of The King”, y parece todo un himno de batalla, seguimos en plan aventurero, y si todo esto es una saga, una historia, la banda sonora se está luciendo con su performance, y es que además el cierre de este capítulo todavía nos tiene reservado “The Story Comes To An End”, con todo el sello Kaledon en sus estrofas y coros, apoyados ademá por Nicoletta Rosellini, probablemente el estribillo aquí será el que más nos recuerde al pasado de la banda, y eso es lo mágico de esta pieza, creo que no por nada se encuentra ubicada en el desenlace. Todo lo que la banda ha sido en sus más de veinte años de trayectoria se hace presente en esta parte cúlmine donde podemos celebrar un álbum redondo por su coherencia entre el pasado de la banda y su evolución.

Así da gusto revisar álbumes, porque a cada escucha es un disco que va creciendo y adhiriéndose bien en nuestros sentidos, como siempre digo, la música no sólo se percibe con los oídos. Mele, Nemesio y los demás pueden sentirse orgullosos de esta entrega henchida de melodías donde se nota un trabajo cuidadoso en la elaboración y articulación de cada compás y cada nota. Lo que a simple vista me había parecido un mal experimento, se fue convirtiendo en un armado genuino de power metal italiano.