PANDEMIC – Egregores (EP REVIEW)

Por Adrian Wolfsblut

A la hora de hablar de bandas argentinas dentro del ámbito metalero, lo primero que habitualmente viene a la mente son bandas como V8, Hermética, Almafuerte, Horcas, Lorihen, entre otras. Típicas bandas de Heavy Metal que entran en el término de «Metal Argento» y las primeras en las cuales suele pensar el metalero promedio rioplatense, muchas veces ignorando el amplio espectro que hay dentro del Under de Argentina, tanto en su capital como también en el interior de dicho país, donde hay buenas bandas dentro del ámbito extremo, en el cual siempre es total blanco de énfasis por parte de quien escribe, y dentro de este énfasis, tenemos a la banda de la que nos compete hablar en la presente reseña, Pandemic, banda de Brutal Death Metal originaria de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, quienes lanzaron en forma independiente su nuevo material, el EP Egregores, el cual realmente logra partir cabezas.

La banda, formada en el año 2015 en su haber discográfico, cuenta al día de hoy con un EP Debut, Grinding Humans de 2018, su álbum Insertion of Thougt de 2021 y el flamante EP del cual nos compete hablar en la presente reseña, Egregores.
Dentro del material que poseen al día de hoy, ofrecen buenas dosis de Brutal Death Metal despiadado y agresivo dentro de parámetros tradicionales del estilo, con poderosos guturales llevados a cabo por la vocalista Desiree, quien puede perfectamente tapar la boca a aquellos prejuiciosos que creen que una mujer no puede cantar Brutal Death Metal.
Con una formación que se ha mantenido estable desde sus inicios, únicamente un cambio se ha dado en sus integrantes dentro de la información que se tiene registro, y es el ingreso del bajista Sebastián Gelardi, quien participa en el nuevo EP, siendo parte de la dosis de Brutal Death Metal presentada por Pandemic.

Hablando del nuevo EP, encontramos una carátula que tiene mezcla de un escenario post apocaliptico, ciencia ficción, terror y por supuesto algo de gore. Una buena mezcla donde se puede apreciar a una mujer siendo asesinada por cienpieces que parecen de origen extraterrestre y se contempla su cara de sufrimiento mientras de fondo se aprecia una ciudad devastada y en ruinas en medio de un apocalíptico cielo rojo.
Su sonido se mantiene en la línea del Brutal Death presentado anteriormente, aunque en este caso, un poco la composición y otro poco quizás la mezcla, se siente aún más brutal de lo que venían haciendo. Quizás pueda resultar un poco menos oscuro que su álbum, pero esto es compensado con brutalidad a lo largo de 4 temas que al escucharlo logran arrancar cabezas, o bien sacudir el cuello hasta que se desprendan una de otra las vertebras cervicales dejando al oyente en un parapléjico estado, o en uno de esos casos, con la cabeza desprendida del cuerpo. Da para hacer un buen mosh? Pues claro que si! Eso que no quepa duda, no un simple y blando pogo sino un pogo de esos aguerridos.
Aquí se puede encontrar a lo largo de sus cortos 16 minutos un cierto cambio en el sonido comparado al álbum, pues un poco recuerda a bandas como Dying Fetus o Suffocation en las guitarras, conjunto con una batería que suena aún más asesina. Eduardo Figueroa parece más despiadado al tocar la batería aquí. Algo de técnico puede haber en su sonido pero tampoco se siente que sea excesivo. No falta algún elemento de Deathgrind aquí, muy levemente algo de slamming se puede notar también, algo que no es muy del gusto de quien escribe pero aquí no queda mal el añadido de estos elementos, incluso resulta esta banda del gusto de alguien que no es muy adepto a bandas que manejan un sonido más moderno. Se habló de lo instrumental y no puede quedar afuera el bajo ejecutado por Sebastián Gelardi, va de la mano con las guitarras, aporta corazón a la brutalidad
Muy bueno resultó el nuevo material, que lamentablemente a causa de ello se hace corto

1-<< Nightfloating >>:

2-<< A Chill That You Can’t Taint >>:

3-<< This Sickness Withered My Heart >>:

4-<< Unsafe Spaces >>:

Miembros de la banda:

• Desiree Napal – Voces
• Sebastián Gelardi – Bajo
• Rodrigo Salazar – Guitarra
• Eduardo Figueroa – Batería