HEATHEN FORAY – Oathbreaker 🇦🇹 (Album Review)

Por Michael Prado

---

Es increíble cómo proliferan en el mundo una cantidad impresionante de agrupaciones en el género Metal que abarcan las temáticas de fantasía, leyendas de la Edad Media y mitologías (sobre todo la escandinava).  Todo eso y algunas cositas más son tratadas en forma contundente y magistral por una agrupación que hoy nos trae a la presente reseña.

En el 2004, el guitarrista austriaco Daniel Koinegg decide iniciar su propio proyecto musical, englobado en el Melodic Death Metal, en el cual agruparía a su lado a músicos como el baterista C. Michael Hofbauer, el bajista Markus Engert, el también guitarra Jürgen Brüder y el cantante Robert Schroll.  Dicha agrupación llevaría el nombre de HEATHEN FORAY.

Actualmente su fundador ya no forma parte del grupo (lo podemos hallar en la banda Plethora), y el mismo es conformado en la actualidad por Jürgen y Robert, a quienes complementan los hermanos Wildinger (Markus a la guitarra y Alex al bajo) y el señor Markus Kügerl a la batería.

En la actualidad, esta agrupación oriunda de Graz, Styria, tiene en su haber 6 álbumes de estudio presentados al gran público, de los cuales el último en cuestión (y que es la razón por la cual estamos escribiendo estas líneas) ha salido al mercado el día 7 de abril del presente año por medio de Massacre Records, y ha sido intitulado “OATHBREAKER”.

Dicho disco inicia sin esperarse mucho para cargar con toda su energía a través de la pieza que da título al álbum, “Oathbreaker”, la cual manifiesta todo lo que ha caracterizado a esta potente agrupación desde su inicial “The Passage” (2009).  Fuerza en los instrumentos, el canto gutural de Robert, un estribillo muy pegadizo y un solo algo repetitivo son las cosas que tenemos en esta apertura del álbum.

Acrecentando la rudeza que buscan transmitir con su arte, es el turno para que se presente “Leben” (Vivir), pieza que nos trae una interesante crecida en el tempo, hecho que exigirá mayor velocidad en la ejecución instrumental, lo cual se verá reflejado sobre todo en el trabajo ejercido desde los tambores porel señor Markus Kügerl, cuyo doble bombo estará bastante ocupado en esta elegante y poderosa pieza, que nos trae un mejor solo de guitarra y hasta un momento donde la acción subirá en demasía gracias a los blast beats.

“Ahnenreih” (Línea Ancestral) nos trae elementos más Folk en el desarrollo de su estructura musical, creando una atmósfera que nos hará recordar a agrupaciones como Eluveitie o inclusive a los primeros álbumes de Amon Amarth, en una descarga que trae el encanto de violines, flautas y demás instrumentación no tan afín al género metal, en conjunto con la fiereza del Melodeath que estos chicos practican.

¿Querían riffs sabrosos de guitarra?  Bueno, preparen sus vasos musicales para satisfacer esa sed, puesto que los que componen “Heimdalls Spross” (Retoño de Heimdall) son de mucha fuerza, encanto sin par y desarrollo espectacular, que dan vida a una canción no tan aguerrida en el tema velocidad, pero sí en mantener el tema fuerza artística que hacen a esta banda tan recomendable para esos gustos que buscan entrelazar la brutalidad del Death y la elegancia de las virguerías Folkish.

Me encanta la apertura que Markus hace con los tambores de la batería para la muy poderosa y veloz “Allvoll” (Total), que también tiene sus momentos algo más discretos en velocidad, pero trayendo estrofas muy potentes y bien cantadas por Robert Schroll, además de riffs agudos y demoledores en las guitarras de Daniel Koinegg y Markus Wildinger.

¿Qué tiene el sonido de las gaitas, que logran convertir una pieza muy buena en un festín épico a grandes proporciones?  Pues bueno, quizás “1000 Years Of Human Flesh”, siguiente pieza del disco, no nos resolverá esa pregunta en palabras (dejándonos todavía en la ambigüedad de una respuesta concreta para ello), pero que nos hará sentir, en conjunto con el desarrollo tan apasionante de esta pieza, un momento de 7 minutos bastante bien aprovechado, no lo duden que lo hará.  En cierta forma esta pieza me trae a la memoria buenos momentos que se ha vivido con agrupaciones Folk Metal de los 90 y 2000, como Moonsorrow, Heidevolk, Equilibrium, e inclusive, no sé, le siento un saborcito que me rememora al Amorphis de los 90.

Apostando más por una estructura que inclusive llegue a rozar con derroteros de Doom Metal y Black Metal, es el momento para la alucinante y más experimental “Raiment”, que nos lleva de la mano a uno de los momentos más oscuros y sí, quizás más pausados, pero no por eso aburridos ni mucho menos.  Vamos, que con esta banda la diversión está más que garantizada, dado que ellos están bien entendidos de cómo hacer un arte que enganche y nos mantenga al tanto de lo que muestran en sus obras discográficas.

Manifestando melodías más alegres en su composición, para contrastar con su predecesora, y sin perder el hecho de que es música de esta agrupación (lo cual es sinónimo de fiereza y brutalidad cuando se requiere), aparece en el horizonte el número final de este álbum, que lleva el nombre de “Covenant Of Swords”, que sin dudas se convertirá en una de las favoritas para muchos de este álbum, debido a su espíritu más animoso y sobre todo, por la energía y potencia que desenvuelve en el transcurso de los 5 minutos y 20 segundos que durará en reproducción.  Podríamos decir que es la pieza más cercana a lo que hemos visto en agrupaciones como Wintersun, Brymir o Atavistia.

Es innegable que cuando un disco de Folk Metal (o que tenga elementos de este hermoso subgénero) llega con un estado de cosecha tan formidable como el que Heathen Foray ha logrado con su sexta placa, es digno de aplaudir, reverenciar, y sobre todo, de recomendar, no solamente a los adeptos a este estilo de música, sino a cualquiera que se diga fan del metal o de la buena música en general, pues acá no hay pierde.  Es un tremendo disco lleno de grandes momentos y mucha pasión elaborada por los integrantes de esta no tan conocida agrupación, que merece más reconocimiento del que han adquirido en su andanza artística.