OPETH – The Last Will and Testament (Album Review)

Por Eliana Giselle Rodriguez

ALINEACIÓN:

• VOZ Y GUITARRA: Mikael Åkerfeldt
• BAJO: Martín Méndez
• GUITARRA: Fredrik Åkesson
• TECLADOS, PIANO, MELLOTRON: Joakim Svalberg

Este álbum número 14 de los suecos es un deleite auditivo y un jaque a la cultura musical simplista. En su búsqueda explorativa incansable, logran con una destacada claridad expositiva, amalgamar, lo mejor de su esencia.

Luego de cinco largos y esperados años, estos incesantes innovadores, lanzan un nuevo álbum que deja boquiabierto a tod@s.
No es de sorprender que Opeth lance proyectos de calidad. Pero sí asombra su contínua capacidad inventiva.

«Me empezó a interesar cómo los miembros de una familia pueden volverse unos contra otros. Vi una entrevista con un tipo cuya familia se había vuelto en su contra por la herencia, así que escribí una canción sobre eso en el último disco. La idea se me quedó grabada y luego apareció la serie de televisión Succession, y me encantó». Comentará Åkerfeldt en una entrevista.

En el marco de un contexto epocal que se sitúa en la Primera Guerra Mundial, se halla un testamento que le deja un padre a su familia. Los relatos nombrados con la letra §, simbolizan cada párrafo del legado. En él, se teje una red de traiciones, secretos, arrepentimientos y reflexiones por parte de dicho señor.

Este disco va a tornarse inmersivo, en conjunto con las composiciones y las liricas, para adentrarte a esta trama dramática y de antaño.

El productor e ingeniero Stefan Boman lo grabó y mezcló todo y Miles Showell hizo la masterización en los míticos estudios Abbey Road. Los arreglos orquestales de cuerdas fueron obra de Åkerfeldt y Dave Stewart (Egg, Khan) y dirigidas por Stewart.
Se grabó en Rockfield Studios, Masterización y laca de vinilo se realizó en los estudios Abbey Road.
La parte de cuerdas fueron interpretadas además por la London Session Orchestra. Una belleza.

En este nuevo proyecto, se apelan a distintos climas, a un viaje emotivo e intimista, a la melancolía, a la introspección, a lo oscuro, lo catártico.

Cuando lo escuchas sin prestar atención a las letras, aislando el sonido, suena a algo frío y tétrico. Sin embargo, también subyacen mensajes esperanzadores.
Al tomar un tema oscuro y lúgubre, con una muerte de por medio, y a un protagonista; un viejo patriarca adinerado, conservador severo, no sólo se opta por elegir sonidos más extremos y duros, sino que será el pie para que Åkerfeldt vuelva, después de 15 años, a sus guturales tan característicos y aclamados. Una expresión artística.

Todo surge de la vision holística de Mikael; de saber recrear la historia, escenarios en donde las liricas cuadran a la perfección con los sonidos, armar cual rompecabezas, diferentes estilos y recursos, enriqueciendo con detalles cada composición.

Acá nada es al azar. Cada irrupción rítmica, va a adecuarse al clima que emane del relato.

Además logra volver a lo que ama que son los álbumes conceptuales.

Es un vaivén entre música oscura y pesada y tintes setenteros, con rock psicodélico y progresivo de calidad, un desplante musical. Refleja la mejor versión de ellos, tanto del death metal como los sonidos limpios y clásicos de rock progresivo, que para mí, es lo mejor del álbum. Su etapa primera, cruda y al hueso, y su etapa más evolucionada (la mejor), sofisticada, que se va a gestar aproximadamente desde el año 2011, cuando se emancipa de quedsr prefijados en un estilo. Empezaron a preponderar, las composiciones más sentidas y rebuscadas.
Suena a Jethro Tull, Crimson ó hasta a Pink Floyd.

Los diamantes del álbum;
La magia y oscuridad q también otorga los teclados de Joakim Svalberg, que son parte de la esencia Opethniana. Este álbum tiene una participación activa de todos los integrantes, a destacar. En el que cada uno se luce en cada detalle, finamente pensado. Y Waltteri Väyrynen (ex Paradise Lost), el nuevo y talentoso baterista, realza muchísimo los temas, no sólo le otorga la potencia necesaria, sino su estilo único (pareciera que siempre estuvo en la banda).
lan Anderson (Jethro Tull) interpretando al abogado que lee el testamento del patriarca e introduciendo sus típicos solos de flauta en  §4, §7 y en «A Story Never Told«, las cuales fueron craneadas por el propio Anderson, luego de que los temas estén terminados.
La verdad que su aporte aquí no es para nada menor, los temas con sus melodías son una belleza, le otorgan calidad y distinción a las composiciones.
Hiper destacable el Arpa de Mia Westlund en el párrafo §4. Queda espectacular.
Otro invitado que pasó por aquí, es Joey Tempest (Europe), en §2, sin embargo, su voz apenas se luce.

Aquí se utilizan metáforas poéticas y referencias culturales. Las letras no son directas, algunas parecen sin sentido, sin embargo, son más bien simbólicas, en donde las intenciones quedan algo subyacentes.

§1
Es tetricamente hermosa. Musicalmente pensada para evocar el primer tema a relatar, que es sobre los secretos que ha estado escondiendo.
Una canción pegadiza y que nos evoca al viejo y aclamado Opeth.
Sugiere una atmósfera de muerte y misterio. Nos adentra al legado y la confesión final de un padre.

El narrador, que parece estar en sus últimos momentos de vida, reflexiona sobre su tiempo en la tierra. El arrepentimiento y el deseo de dejar un legado significativo.

§2
Posee más guturales aunque posee muy bellas melodías y voces calmas a la vez. Una voz hablada.
A lo largo de la canción, se presenta una narrativa de sufrimiento y sacrificio, con una madre enferma que cuida de una hija en un entorno de pobreza y desesperación.
La figura del «padre ausente» y la «madre moribunda» refuerzan la sensación de abandono. La lucha interna entre el bien y el mal. 

§3
Tiene un ritmo pegadizo.
Cuando alude a un «baile de máscaras», evoca la idea de ocultar la verdadera identidad o intenciones, mientras que el «rescate de los sirvientes» podría simbolizar el costo de mantener apariencias o cumplir con expectativas externas.
El deseo de riqueza y prosperidad se presenta como una fuerza poderosa y potencialmente destructiva.

§4
Adoré. Mi tema preferido. Que belleza que suena!
Distintos pasajes que te introducen emotivamente a la trama.
El protagonista de la canción parece estar atrapado en un ciclo de culpa, sufrimiento interno, en búsqueda de una absolución divina y un perdón familiar.
 Se alude a la maldición de su linaje, parece ser una metáfora de las expectativas y las cargas que se transmiten de generación en generación.

§5
Que interesante trabajo que hacen aquí las guitarras y el bajo, los coros funcionales, cómo todo ese conjunto va a formar una atmósfera de locura.

Describe a un mundo sin estrellas y una oscuridad que se desvanece lentamente. A cargas del pasado, la idea de muerte como destino ineludible y la lucha contra fuerzas más allá del control humano.

§6
Hermoso tema.
Entre la voz melódica, los Growls, los teclados, la batería que dirige como quiere el tema, lindan con el viejo Opeth y esas hermosas melodías que ellos solos saben recrear.
Sugiere que el pasado está lleno de tragedias que aún afectan al presente. 
Un deseo de romper con las cadenas del pasado y forjar un nuevo camino, buscando la redención y la paz interior a través de la aceptación y el amor.

§7
Entre los pasajes misteriosos y el relato hablado de Ian, van adentrandote, de a poco a climas fantasmagóricos, un tema denso, y lo coral que va a darle otra paleta de color a esta canción oscura y gélida.

Explora temas de herencia, la letra comienza con una despedida, un adiós que parece estar dirigido a un ser querido, simbolizado por el «Gemini» lovelorn. Este término puede referirse a una dualidad o a una relación rota, sugiriendo una conexión profunda y compleja.
Evoca la idea de un legado tangible, pero también la carga emocional que conlleva; inútiles pero significativa para el narrador, deben ser transmitidos a futuras generaciones, subrayando la importancia de recordar y aprender del pasado, a pesar de su aparente insignificancia material.

La liberación de las ataduras de la riqueza y avaricia, y a lo último, una referencia a «Deus, Patriam, Rex, Sanguis», que puede interpretarse como una declaración de lealtad a Dios, la patria, el rey y la sangre, encapsulando la lucha entre el deber y la identidad.

8. A Story Never Told 
Uno de los más destacables para mí del álbum (sumado a §4). Un tema lento, con una carga emocional en lineamiento con las liricas.
Guitarras sentidas, la voz de Mikael limpia y emotiva.
En su partes finales aparecen unos riffs más propios de un heavy clásico que lo que estamos acostumbrados a escuchar de ellos.

La letra sugiere la existencia de secretos que nunca se han compartido, centrándose en la sorpresa y el misterio que rodean a un niño y sus padres.
Secretos familiares profundos y emociones reprimidas.
La repetición de «un corazón marchito en espera» sugiere una lucha interna y un sacrificio emocional, posiblemente relacionado con la protección de una mentira.
En la línea «Ahora sólo un nombre en cuentos pronto olvidados», se invita a los oyentes a considerar las historias no contadas en sus propias vidas y el impacto de los secretos familiares en la identidad personal.

Desde cimientos bien sólidos, Opeth sabe bien a qué dirección ir, no sólo por tener en claro lo que se quiere transmitir, sino porque acá no importan los ridículos requerimientos o críticas del público. Los pasos son firmes y sin dudas, exitosos.

Y hasta aquí se abre el hilo. Un paréntesis en su carrera, ya que nos invita a reflexionar si habrá un nuevo «quiebre» compositivo? Bajo qué línea se seguirá? Creo que este álbum marca un antes y un después, ya que, si bien siempre fue, es y será una banda sobresaliente, este tipo de nivel y maduración sonora, deja la vara altisima. Tampoco es para cualquier oído que no sepa apreciar. Yo creo que el camino es por acá, y la verdad, que ni siquiera importan sus guturales ni la existencia de un furioso death metal. La matriz, se encuentra en lo compositivo. Y espero sea el inicio de una banda, que sigue apostando a la renovación, rompiendo limitaciones, siguiendo un patrón de búsqueda de exploración sonora, única, propia y tan catacteristica.